jueves, 25 de septiembre de 2008

Su Santidad nos Habla


FIRME RECHAZO DEL PAPA A LAS BENDICIONES DE UNIONES CIVILES PDF Imprimir
Lunes, 15 de Septiembre de 2008
Defendió la familia tradicional y lamentó que las leyes "relativicen el matrimonio"Fervor entre los fieles ante la llegada del papamóvil. LOURDES.- En su segundo día de peregrinación al santuario de Lourdes, el papa Benedicto XVI ratificó la importancia de la familia tradicional y advirtió: "No se pueden aceptar las iniciativas que tienden a bendecir las uniones ilegítimas". Al hablar ante 170 obispos y cardenales y una multitud de 150.000 fieles, el pontífice alemán abordó la "cuestión particularmente dolorosa de los divorciados vueltos a casar" y dijo que la Iglesia "mantiene con firmeza la indisolubilidad del matrimonio". Observadores del Vaticano interpretaron las afirmaciones de Benedicto XVI como una advertencia ante los casos registrados en Francia de sacerdotes que han bendecido a parejas de católicos divorciados y vueltos a casar, a los que incluso se les ha permitido comulgar, lo que prohibe la Iglesia. Benedicto XVI, que el viernes se entrevistó en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, divorciado dos veces y casado actualmente con la ex cantante Carla Bruni, madre de un hijo fruto de una relación anterior, defendió a la familia como el "pedestal sobre el que descansa toda la sociedad".
"El matrimonio y la familia se enfrentan ahora a verdaderas borrascas. Las leyes han relativizado en diferentes países su naturaleza de célula primordial de la sociedad, A menudo, buscan acomodarse más a las costumbres y a las reivindicaciones de personas o de grupos particulares que a promover el bien común de la sociedad", denunció el obispo de Roma, ante la aceptación de uniones civiles en distintos países. Inducir a error El papa Ratzinger añadió que la exhortación apostólica Familiaris Consortio, que su antecesor Juan Pablo II dedicó en 1981 a la familia, impide "a todo pastor, por cualquier motivo o pretexto incluso pastoral, efectuar ceremonias de cualquier tipo para los divorciados que vuelven a casarse". Ya en ese texto, indicó, se señalaba que la celebración de nuevas nupcias podrían inducir a error sobre la indisolubilidad del matrimonio. Agregó que "desde hace tiempo la unión estable entre un hombre y una mujer, ordenada a construir una felicidad terrenal con el nacimiento de los hijos dados por Dios, ya no es en la mente de algunos el modelo al que se refiere el compromiso conyugal". Reconoció que "muchas parejas atraviesan pruebas muy dolorosas", pero reafirmó que en esos casos "lo que hay que hacer es ayudarles a comprender la grandeza del matrimonio y animarlos a no relativizar la voluntad de Dios y las leyes que él nos ha dado". Cada año peregrinan unos seis millones de fieles a Lourdes, muchos de ellos enfermos en busca de un milagro o de un alivio a su sufrimiento. El Papa, como cualquier otro peregrino, permaneció atento y piadoso en la gruta, rezó por la paz mundial y tuvo instantes de profunda meditación, como hacían los miles de personas congregadas ante su presencia. Por la mañana, dedicó su homilía al dogma de la Inmaculada Concepción, a 150 años de las apariciones de la Virgen en Lourdes. El Santo Padre parece haber heredado de su antecesor polaco la devoción por la Virgen, aunque se recogieron testimonios divergentes entre los fieles sobre su imagen.
"Benedicto XVI es magnífico, tiene una cabeza prodigiosa", destacó el peregrino español Javier Pintado. "Juan Pablo II era más cercano al pueblo", comentaba, en tanto, un taxista parisino, al marcar que la figura del pontífice alemán aparece muchas veces a la sombra de su popular predecesor.
Ratzinger llamó a la "unidad" de los católicos al defender la misa en latín, cuya celebración liberalizó en un decreto de julio de 2007, considerado por algunos sectores religiosos un guiño a los integristas. "Me he sentido impulsado a precisar las condiciones" de oficiar la misa en latín y "ya se ven frutos de estas nuevas disposiciones y espero el necesario apaciguamiento de los espíritus". También se refirió al sentido laico de la república francesa y destacó la "originalidad" de la situación francesa, que la Santa Sede "desea respetar". Se congratuló de que Sarkozy hubiera resaltado "los valores cristianos de Francia", lo que da pie, según el Pontífice, "a incorporar valores fundamentales en la sociedad". Con una misa que dedicará a los enfermos, el Papa pondrá hoy punto final a su primer viaje a Francia, el décimo de su pontificado al exterior. Agencias AFP, EFE y Reuters

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